INFORMACIÓN SOBRE COVID-19
Son Bou en Menorca
La playa más extensa de Menorca
La playa de Son Bou está situada en el término municipal de Alaior, en la costa sur de la isla. Con sus casi 4 Km de longitud, es la playa más extensa de Menorca. Sus aguas límpias y cristalinas contrastan con el blanco de la arena. Dispone de todo tipo de servicios: sombrillas, gandulas, restaurantes, kioscos, duchas, deportes acuáticos y lancha de salvamento, entre otros. Son Bou es área natural de especial interés (ANE) con una zona húmeda muy extensa (situada en la parte posterior) y con una notable zona dunar.
LA ISLA DE MENORCA
Menorca es la más oriental de las islas Baleares. Su extensión es de 702 kilómetros cuadrados y tiene 216 kilómetros de costa. La distancia máxima entre dos puntos es de 47 kilómetros, entre Ciutadella y Maó.
La población de Menorca es de 96.000 habitantes, los cuales se concentran en los ocho municipios en los que se divide: Maó, Ciutadella, Alaior, Ferreries, Es Mercadal, Es Castell, Sant Lluís y Es Migjorn Gran.
Existen otros tres núcleos urbanos: Sant Climent, Llucmaçanes y Fornells; los dos primeros pertenecen al término municipal de Maó y el tercero al de Es Mercadal.
La isla presenta dos regiones diferenciadas: la parte norte, de costa agreste y desigual, muy accidentada y con escasa vegetación, salpicada de islotes y playas de arena rojiza u oscura; y la parte sur, llana y formada por roca calcárea, de suaves acantilados, barrancos esculpidos por las aguas y calas de arenas blancas rodeadas de pinos.
La máxima elevación de Menorca es el monte Toro, de 375 metros de altitud.
El clima de la isla es típicamente mediterráneo, destacando sus temperaturas agradables cuya media anual se sitúa entre los 16 y 17 grados centígrados. En verano se llega a los 24 grados y en invierno a los 11. Su clima puede ser calificado de «suave» y su paisaje se ve caracterizado por el fresco viento del norte, llamado aquí «tramuntana». El máximo de precipitaciones se concentra en otoño, siendo escasas en primavera y verano.
La principal característica del medio natural menorquín es la diversidad ambiental existente en tan solo 700 kilómetros cuadrados de extensión. Así, la isla brinda la posibilidad de hallar representación de casi todos los hábitats propios del Mediterráneo. De entre ellos, los más destacados son los barrancos, las cuevas, las zonas húmedas integradas por lagunas y marismas, los sistemas dunares, las costas y los islotes.
Menorca fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993, y es un territorio en el que la actividad humana se desarrolla de manera compatible con la conservación de los recursos naturales, con el objetivo de asegurar su persistencia a las generaciones futuras de habitantes y visitantes de la isla.